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Por un vaso de champagne.
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Por un vaso de champagne.
[ Privado con Darius C. Voltaire ]
No era de extrañar que Alera Bathory tuviera una expresión en su rostro de incomodidad cada vez que debía asistir a las fiestas formales que acontecían en los suburbios de The Rose.
No eran de su gusto. Mucho menos el traje que en esos momentos llevaba puesto, dado que apenas y podía respirar con lo ajustado que estaba a su cuerpo. Era aparatoso e incómodo, ya que tampoco podía caminar muy bien gracias al largo del vestido y los zapatos de tacos que se le asignaron. ¿Por qué? A veces la interrogante del por qué las mujeres debían mostrar esta faceta le inquietaba. Su rol en la alta sociedad, de cierta manera, le hacía pensar que había caído en una maldición.
Un ligero suspiro danzó rebelde por la boca de la rubia, mientras que a sus ojos llegaban las imágenes de todas las personas que transitaban por el punto de encuentro. La voz de su madre hablando y luciéndose con otros invitados llenaba sus oídos, cansándola. A fin de cuentas, hacía ya una hora que habían llegado a la fiesta.
Alera no sabía porque se había hecho dicha reunión, pero sabía el por qué estaba allí: Su madre no podía perderse de este privilegio.
… Y por consiguiente, ella tampoco.
Para su mala fortuna, en esa ocasión tampoco pudo huir de las garras de su progenitora, debiendo soportar ese tormento. –Madre, por favor. ¿En serio no puedo irme? Mi aporte aquí no es mucho.- Recalcó a lo que recibía una respuesta negativa. Refunfuñó algo molesta, comenzando a caminar unos metros alejados de sus padres. Saludó a varias personas en el camino, haciendo un pequeño ademán con la cabeza, mirando también las caras nuevas que se le ponían en frente.
Pasado unos minutos, Alera comenzó a sentir como su garganta se secaba, por lo que buscó entre los mesones algún refresco que le ayudara en ese minuto. Vio un vaso de champagne. El único que quedaba, por cierto, acelerando el paso para, con su mano derecha, tomar elegantemente el vaso y darse media vuelta para poder irse con él.
Pero vaya sorpresa que veía con dicho licor, pues alguien más había tomado el vaso junto con ella y, precisamente, yéndose para el lado opuesto. –Disculpe, pero he cogido el vaso antes. Creo que puede encontrar otro por allá.- Mencionó con suavidad, aunque con algo de irritabilidad por culpa de dicha fiestecilla.
No eran de su gusto. Mucho menos el traje que en esos momentos llevaba puesto, dado que apenas y podía respirar con lo ajustado que estaba a su cuerpo. Era aparatoso e incómodo, ya que tampoco podía caminar muy bien gracias al largo del vestido y los zapatos de tacos que se le asignaron. ¿Por qué? A veces la interrogante del por qué las mujeres debían mostrar esta faceta le inquietaba. Su rol en la alta sociedad, de cierta manera, le hacía pensar que había caído en una maldición.
Un ligero suspiro danzó rebelde por la boca de la rubia, mientras que a sus ojos llegaban las imágenes de todas las personas que transitaban por el punto de encuentro. La voz de su madre hablando y luciéndose con otros invitados llenaba sus oídos, cansándola. A fin de cuentas, hacía ya una hora que habían llegado a la fiesta.
Alera no sabía porque se había hecho dicha reunión, pero sabía el por qué estaba allí: Su madre no podía perderse de este privilegio.
… Y por consiguiente, ella tampoco.
Para su mala fortuna, en esa ocasión tampoco pudo huir de las garras de su progenitora, debiendo soportar ese tormento. –Madre, por favor. ¿En serio no puedo irme? Mi aporte aquí no es mucho.- Recalcó a lo que recibía una respuesta negativa. Refunfuñó algo molesta, comenzando a caminar unos metros alejados de sus padres. Saludó a varias personas en el camino, haciendo un pequeño ademán con la cabeza, mirando también las caras nuevas que se le ponían en frente.
Pasado unos minutos, Alera comenzó a sentir como su garganta se secaba, por lo que buscó entre los mesones algún refresco que le ayudara en ese minuto. Vio un vaso de champagne. El único que quedaba, por cierto, acelerando el paso para, con su mano derecha, tomar elegantemente el vaso y darse media vuelta para poder irse con él.
Pero vaya sorpresa que veía con dicho licor, pues alguien más había tomado el vaso junto con ella y, precisamente, yéndose para el lado opuesto. –Disculpe, pero he cogido el vaso antes. Creo que puede encontrar otro por allá.- Mencionó con suavidad, aunque con algo de irritabilidad por culpa de dicha fiestecilla.
Alera R. Bathory- Mensajes : 7
Fecha de inscripción : 23/07/2013
Re: Por un vaso de champagne.
Se acomodó el desordenado cabello tras la oreja, esbozando una sonrisa política a todos aquellos que se presentaban frente a él a modo de saludo. Aunque a decir verdad, todos los presentes seguían un protocolo dependiendo de sus rangos: Cuando se saluda a un príncipe se podía mover un poco la cabeza, si se trataba de un Duques el torso se movía hacia abajo… Y cuando te encontrabas con un miembro del parlamento, por la gracia de la reina Katalina que tienes que besar prácticamente el piso para poder saludarlos.
Daban las diez de la noche, significaba que la reunión estaba en pleno apogeo y el ritual de las presentaciones estaba llegando a su fin. Soltó un suspiro, no es como si fuese ajeno a todas las maromas, lo que no estaba acostumbrado era que su padre se metiese en sus relaciones. Ya le había presentado a más de catorce hijas de varios duques… Al principio pensó que era simple educación, pero después de tres chicas, su padre le pregunto: ¿Cuál te agradó más?
Ahí hubo gato encerrado, Ahora tenía todo sentido, eran las dichosas fiestas de compromiso. Donde el único fin era conseguir esposa. esposa. Solo pensar en esa palabra le daba ganas de salir corriendo. Con una sonrisa le dijo a su padre que le disculpara y antes de que este le dijese una palabra, logró perderse en la multitud.
Maldición, odiaba cuando su padre lo acompañaba a una fiesta, siempre tenía un plan entre manos… Y siempre era en su contra. Se acercó a una mesa donde había un vaso de champagne, el último. Al menos eso le relajaría un poco de la furia que sentía en ese momento.
Tomó el vaso para dirigirse a alguna parte oscura hasta que terminara la fiesta cuando, ¡Oh, Sorpresa! El vaso no se movió de su lugar, y con ella vino la voz de una mujer… Una irritada mujer. Sonrió lo mejor que pudo, no era culpa de la mujer lo que le estaba pasando… Pero no estaba de humor para caballerismo, lo había empleado todo el día. –Pero, mi señora, la bebida está tibia, el champagne no se toma así, permítame voy a buscarle uno más helado.- dijo galante mientras con elegancia alejaba la mano de la chica.
Daban las diez de la noche, significaba que la reunión estaba en pleno apogeo y el ritual de las presentaciones estaba llegando a su fin. Soltó un suspiro, no es como si fuese ajeno a todas las maromas, lo que no estaba acostumbrado era que su padre se metiese en sus relaciones. Ya le había presentado a más de catorce hijas de varios duques… Al principio pensó que era simple educación, pero después de tres chicas, su padre le pregunto: ¿Cuál te agradó más?
Ahí hubo gato encerrado, Ahora tenía todo sentido, eran las dichosas fiestas de compromiso. Donde el único fin era conseguir esposa. esposa. Solo pensar en esa palabra le daba ganas de salir corriendo. Con una sonrisa le dijo a su padre que le disculpara y antes de que este le dijese una palabra, logró perderse en la multitud.
Maldición, odiaba cuando su padre lo acompañaba a una fiesta, siempre tenía un plan entre manos… Y siempre era en su contra. Se acercó a una mesa donde había un vaso de champagne, el último. Al menos eso le relajaría un poco de la furia que sentía en ese momento.
Tomó el vaso para dirigirse a alguna parte oscura hasta que terminara la fiesta cuando, ¡Oh, Sorpresa! El vaso no se movió de su lugar, y con ella vino la voz de una mujer… Una irritada mujer. Sonrió lo mejor que pudo, no era culpa de la mujer lo que le estaba pasando… Pero no estaba de humor para caballerismo, lo había empleado todo el día. –Pero, mi señora, la bebida está tibia, el champagne no se toma así, permítame voy a buscarle uno más helado.- dijo galante mientras con elegancia alejaba la mano de la chica.
Darius C. Volaire- Mensajes : 15
Fecha de inscripción : 14/07/2013
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